sábado, 31 de diciembre de 2011

Coldplay ha perdido el norte


A Coldplay los descubrí viviendo en Edimburgo allá por el 2002. Las primeras sensaciones que recuerdo eran las del típico grupo inglés aburrido y deprimente. Por suerte uno de mis compañeros de piso, británico de pura cepa, era muy pesado con ellos, tanto que consiguió que poco a poco me fueran entrando por el oído. Durante ese año sacaron a la venta su segundo disco ‘A Rush of blood to the head’, para mi el mejor disco de su carrera. Recuerdo perfectamente la pequeña tienda escocesa donde lo compré, y como paso a ser de mis favoritos casi al instante. Así empecé a escuchar a Coldplay, más tarde descubrí su primer disco ‘Parachutes’, otro disco notable que me encanta con canciones que ya son clásicos de la banda como 'Yellow' o 'Don´t Panic'.
Así que creo que puedo decir que durante unos cuantos años he sido un gran fan de Coldplay, pero lo cierto es que los últimos años he ido perdiendo interés en el nuevo material de la banda. No ha sido algo drástico sino más bien progresivo, cada nuevo disco me ha ido pareciendo peor que el anterior...y así hasta el último Mylo Xyloto.
El declive empezó con X&Y, un disco que aún mantiene un par de canciones muy potentes como ‘Speed of Sound’ o ‘Fix You’, pero que en general no me enganchó como los anteriores.
La tragedia continuó con ‘Viva la Vida’ disco destacadísimo por la prensa y muchos fans, que a mi por más que lo escuchó no me gusta nada. Lo encuentro bruscamente comercial en algunos tramos, aburrido en otros, y carente de la esencia de Coldplay en general. No se si serán los excesivos arreglos, la instrumentación, la distorsión de la voz o que se yo, pero no encuentro al grupo de ‘Clocks’ o ‘Politiks’ por ningún lado.
Y finalmente hemos llegado al punto de ruptura total con su último disco Mylo Xyloto. Más de lo mismo, una amalgama de sonidos e ideas, un single discotequero (‘Every Teardrop is a waterfall’), unas cuantas canciones facilonas y otras simplemente extrañas como el duo con Rihanna en ‘Princess of China’. No veo por donde cogerlo, salvando alguna excepción como ‘Up in Flames’, no encuentro ni rastro del grupo que me alucinaba en 2003.

Y de remate, últimamente, los chicos liderados por Chris Martin están demostrando ser muy cortos de miras manteniendo un discurso penoso respecto al futuro de la música. Han decidido sacar su disco de Spotify alegando que los artistas no reciben la suficiente remuneración por las escuchas y que el disco debe escucharse como un todo, no como canciones sueltas. Mi respuesta a esto es, ¿porque nunca han dicho nada contra sus discográficas que llevan años cobrando royalties mucho más abusivos? ¿Porque no tienen ningún reparo en exponer sus canciones ‘sueltas’ en Itunes? Tal vez el “módico” precio de 1€ la canción les parezca suficiente para compensar la perdida conceptual del disco.
En fin, espero que rectifiquen y vean a Spotify como lo que es, la plataforma que ha conseguido que la gente deje de descargar música y vuelva a pagar por ella. El modelo ha cambiado y grupos de la talla de ColdPlay no deberían cerrar los ojos al cambio porque no lo van a poder parar.


Todo esto unido ha conseguido que Coldplay haya pasado de ser uno de mis grupos favoritos a un grupo de esos que tengo hasta manía. En fin, seguiré escuchando el ‘Parachutes’ o ‘A Rush of blood to the head’ recordando mejores tiempos y esperando que vuelva la cordura a esta gran banda.


Coldplay en su apogeo, 'Clocks' en directo en 2003.